#ESPECTÁCULOS | En cuestión de horas, un episodio que parecía rutinario terminó colocándose en el centro de la conversación digital. Memo Villegas se convirtió en blanco de críticas luego de su aparición en La Cotorrisa, donde miles de usuarios señalaron que su comportamiento fue incómodo, distante y poco compatible con el tono del podcast.
Lo que más llamó la atención no fue lo que dijo, sino lo poco que habló, una actitud que para muchos contrastó con el estilo relajado y desenfadado que caracteriza al programa.
La polémica se originó tras la publicación del episodio 352 de La Cotorrisa, al que Memo Villegas asistió junto a Luis Gerardo Méndez para promocionar la película La Hora de los Valientes. Desde los primeros minutos, una parte de la audiencia comenzó a notar que la dinámica no fluía de manera habitual.
Mientras Méndez se mostró cómodo, participativo y dispuesto a seguir las bromas, Memo mantuvo un perfil bajo, con respuestas breves, gestos serios y un lenguaje corporal cerrado, lo que generó la percepción de que no estaba disfrutando la conversación o incluso que deseaba que el episodio terminara pronto.
Uno de los momentos más comentados ocurrió cuando Memo Villegas dejó escapar la frase “ya me tengo que ir”, comentario que muchos interpretaron como una señal clara de desinterés o incomodidad. A partir de ese instante, los señalamientos en redes se intensificaron y comenzaron a circular clips del episodio acompañados de críticas.
Usuarios aseguraron que ese tipo de comentarios rompía con la atmósfera del programa y dejaba en evidencia una falta de conexión con el formato, algo que no pasó desapercibido para la audiencia habitual del podcast.
Además de las críticas dirigidas al actor, algunos internautas afirmaron que la actitud de Memo habría generado momentos tensos entre los propios conductores, Slobotzky y Ricardo Pérez, quienes en ciertos tramos parecían esforzarse por mantener el ritmo del episodio ante la baja interacción del invitado.
Para varios espectadores, la conversación se percibió forzada, con silencios incómodos y bromas que no terminaban de aterrizar, algo poco común en uno de los podcasts más populares del país.
En plataformas como X, Instagram y TikTok, los comentarios se dividieron. Por un lado, hubo quienes acusaron a Memo Villegas de falta de profesionalismo, argumentando que su visita tenía como objetivo promocionar un proyecto cinematográfico y que, al menos por cortesía, debió mostrarse más dispuesto a interactuar.
Otros fueron más contundentes y señalaron que el actor parecía desubicado o soberbio, sugiriendo que el éxito reciente pudo haber influido en su actitud. Sin embargo, también surgieron mensajes en su defensa, destacando que no todos los invitados tienen que encajar con el humor irreverente de La Cotorrisa y que el hecho de ser más reservado no debería ser motivo de ataques.
El episodio continúa generando conversación y dividiendo opiniones entre quienes consideran que su actitud fue inapropiada y quienes creen que la reacción en redes fue exagerada.
Lo cierto es que, una vez más, La Cotorrisa se colocó en el centro del debate digital, demostrando el impacto que tiene cada uno de sus episodios y la lupa constante bajo la que se analizan sus invitados.