Porfirio Muñoz Ledo, el camaleónico político mexicano que desempeñó un papel clave en las reformas democráticas del país, murió el domingo a los 89 años, anunció su familia.
Sus familiares no revelaron la causa de su muerte, pero el experimentado político lidiaba con problemas de salud desde hace tiempo.
Desde que ingresó a la política en la década de 1970, Muñoz Ledo siempre estuvo cerca del poder, incluso si eso significaba cambiar de partido.
“Me estoy dedicando, con todas mi experiencia y antecedentes, a democratizar este país. Es lo único que puedo”, afirmó. “Es el último legado que tengo”.
— Porfirio Muñoz Ledo
La mayoría de partidos políticos en México le dedicaron elogios porque fue miembro de casi todos ellos en diversos momentos. Varios de los elogios comenzaban con frases como “más allá de nuestras diferencias”, porque Muñoz Ledo rompió con todos ellos a la larga.
Brillante estratega, Muñoz Ledo supo concebir muchos caminos posibles en la larga transición de México hacia la democracia. Pero nunca pudo imaginar uno sin él mismo asumiendo un rol central.
En una entrevista de 2020 con The Associated Press, Muñoz Ledo bromeó sobre su propia mortalidad. Cuando se le preguntó si representaba la “historia viva” de la política mexicana, el político de voz ronca respondió: “Estoy a punto de ser la historia muerta”.
“Me estoy dedicando, con todas mi experiencia y antecedentes, a democratizar este país. Es lo único que puedo”, afirmó. “Es el último legado que tengo”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador escribió en su cuenta de Twitter: “Lamento el fallecimiento de Porfirio Muñoz Ledo, con quien por mucho tiempo tuve coincidencias. Las discrepancias recientes no borran los buenos y largos momentos de amistad y compañerismo; mucho menos su legado político. Abrazo a sus familiares y amigos”.
Desde el otro extremo del espectro político, el expresidente Felipe Calderón —archienemigo de López Obrador— escribió: “Me entero del fallecimiento de P Muñoz Ledo. Más allá de diferencias. Trabajamos juntos desde la oposición” para aprobar reformas electorales.
Tales reformas finalmente permitieron que las elecciones fueran lo suficientemente justas como para que la oposición quitara el poder al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el 2000. El PRI había ocupado la presidencia de México durante 70 años ininterrumpidos hasta ese momento.
En un tuit, la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcenas, describió a Muñoz Ledo como “uno de los gigantes de nuestra vida pública, tribuno agudo, polemista fiero, diplomático sagaz, de opiniones categóricas y humor franco. Con sus luces y yerros, motivado siempre por el mejor futuro de México. Parte hoy un amigo”.
Muñoz Ledo comenzó su carrera con el PRI en la década de 1970, pero rompió con el partido en 1988 para apoyar la candidatura presidencial del izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas, quien perdió los comicios en un fraude electoral.
Muñoz Ledo se convirtió después en miembro prominente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de Cárdenas.
Sin embargo, en 2000, Muñoz Ledo fue candidato presidencial del ahora desaparecido Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).
En otro giro, Muñoz Ledo abandonó su propia campaña a mediados de 2000 para apoyar al hoy expresidente Vicente Fox, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), e incluso hizo campaña a favor de éste.
A pesar de sus diferencias ideológicas, Muñoz Ledo consideró que Fox, con su carisma y lenguaje llano, podía echar al PRI del poder.
A pesar de trabajar en la reforma del gobierno durante la presidencia de Fox, Muñoz Ledo —que había ocupado antes cargos diplomáticos y de gabinete, y después legislativos— también rompió con él rápidamente.
En 2008, Muñoz Ledo fue miembro del Partido del Trabajado (PT), pero ya veía a López Obrador como el próximo dirigente carismático de México.
En el partido Morena de López Obrador, Muñoz Ledo cumplió su último gran papel como líder de esa fuerza política en la cámara baja del Congreso.
Fiel a su estilo, Muñoz Ledo también rompió con López Obrador en 2022.
“El actual gobierno es como dicen los muchachos, una facha. Es un populacherismo desordenado y contrario al estado de derecho”, dijo alguna vez Muñoz Ledo.
No se han anunciado los planes del funeral.